Es sumamente interesante, entretenido y hasta divertido narrar los diferentes tipos de clientes que hemos tenido en la inmobiliaria a lo largo de estos años, a quienes agradecemos su preferencia, confianza y darnos la oportunidad de aprender de cada uno de ellos.
Este artículo no puede ser anecdótico porque sería muy extenso. Nos concretaremos a hacer un breve resumen de algunos tipos de clientes que hemos atendido. Analícenlo ustedes mismos y díganme en cuál de ellos se catalogan:
1. El decidido. Este es el cliente ideal para todo asesor inmobiliario o propietario-vendedor de un inmueble: una persona que te busca o quien ve un anuncio en uno de los portales inmobiliarios, visita la propiedad, le gusta, registra sus datos y nos llama, platicamos al respecto, hacemos la cita, le mostramos el inmueble y lo animamos a que nos presente una oferta razonable por el inmueble, lo hace y cerramos el trato, todo en minutos o en horas, ¡pero en el mismo día!
Este cliente es muy inteligente y sabe muy bien lo que quiere porque es una persona de carácter firme. Además, es alguien que seguramente ha estado buscando ese inmueble y ya lo encontró contigo. ¿Qué más le puedes pedir a la vida que muchos clientes de este tipo? Aunque la realidad es que este tipo de cliente es uno de los más escasos. Afortunadamente, hemos tenido varios clientes decididos a lo largo de nuestra vida inmobiliaria.
2. El complicado. Este es un cliente que ve casi todas las cosas como demasiado difíciles de resolver. Todo lo que es fácil lo ve por el lado negativo y le encuentra complicaciones. Por citar un ejemplo de los muchos que se presentan, cree que si el inmueble que le ofrecen tiene una hipoteca, va a ser complicadísimo cancelarla, cuando en realidad es muy sencillo este trámite, que normalmente se hace con el Notario del comprador en coordinación con el acreedor hipotecario, quien simplemente le da una carta de instrucciones al Notario para la cancelación de la hipoteca del vendedor, ya sea que la misma sea previamente liquidada o que se liquide simultáneamente a la firma de la Escritura de Compraventa, con parte del precio convenido de la operación, lo que sea mejor o más adecuado al caso concreto.
Simplemente hay que explicarle al comprador que este trámite es de lo más común y sencillo que hay y que el Notario no va a permitir que el comprador adquiera una propiedad con gravámenes, ya que el Notario siempre protege al comprador, por lo cual, primeramente, se otorga la Escritura de Cancelación de la Hipoteca y acto seguido se otorga la compraventa del inmueble, ambas con el mismo Notario del comprador.
3. El impuntual. No hay manera de que este cliente llegue puntual a la cita acordada previamente contigo. Pero no te aflijas, hay que tener paciencia y comprenderlo porque en esta Ciudad de México es muy complicado que la gente llegue puntual a sus citas. Por este mismo motivo es común encontrarse con este tipo de clientes y lo extraordinario es alguien que sea muy puntual. Siempre las razones o causas del retraso son principalmente el tráfico o algún contratiempo causado por otra persona distinta del cliente.
Consecuentemente, también se presentan retrasos de este tipo de cliente comprador tanto en la entrega de documentos como en la entrega de la oferta, en la firma del Contrato Privado de Promesa de Compraventa o del Contrato Privado de Compraventa con Reservade Dominio.
4. El regateador. No importando si el precio del inmueble ya es suficientemente atractivo por bajo o si es “no negociable”, de todas maneras este tipo de cliente va a regatear el precio y muchas veces lo hace con una primera oferta muy baja, a veces exageradamente baja. Lo mismo trata de hacer con el Notario para que baje sus honorarios y gastos de escrituración.
5. El visitador. A este tipo de cliente le encanta visitar y conocer varias casas o departamentos, realmente goza hacerlo y no necesariamente está buscando comprar o tomar en arrendamiento la mejor opción. Es un verdadero hobbie para él y es poco común que este tipo de cliente acabe comprando una propiedad.
6. El insatisfecho. Ya me han tocado dos o tres clientes de este tipo que me han dicho: “no hay manera de que me pueda satisfacer al 100% ninguna casa o departamento que me muestres porque tengo gustos muy especiales”. La realidad es que la mejor solución para este tipo de clientes es buscarles un terreno para que construyan una casa que cumpla con el 100% de sus requisitos y gustos, o si se trata de un departamento, buscarles una preventa que les permita hacer algunos cambios antes de que quede construido el departamento conforme a su proyecto original.
7.- El callado. Es un tipo de cliente difícil porque por más que tratas de entender si le está gustando la propiedad no dice nada ni hace gestos que permitan interpretar si le está o no agradando el inmueble que le estás mostrando. Tampoco es fácil de descifrar porque comunica muy poco sus gustos o necesidades. Lo mejor es hacerle varias preguntas para tratar de ayudarle a encontrar finalmente lo que quiere.
8.- El aferrado a su propiedad. Es un tipo de cliente que no está totalmente decidido a vender su propiedad por los gratos recuerdos y valores sentimentales que tiene de ella; sin embargo, nos la da a vender y luego tiene momentos de arrepentimiento de hacerlo, sobre todo cuando ya tenemos al cliente comprador en la puerta. Hemos tenido ya varias experiencias así y al final afortunadamente se convencen de que lo mejor fue vender su propiedad.
9. El indeciso. Este tipo de cliente se agobia demasiado con tantas opciones de compra en el mercado inmobiliario que quiere seguir viendo inmuebles constantemente. Lo mejor para ayudar a estos clientes es tratar de conocer a fondo lo que están buscando para ir canalizando y filtrando muy bien sus opciones y así llegar a una decisión final de compra.
10.- Los que quieren ese inmueble pero otra persona toma la decisión. Nos hemos encontrado con clientes que están enamorados del inmueble pero no han considerado el consentimiento necesario de su pareja o cónyuge, quien cuando lo ve decide no comprarlo por alguna razón en especial. Tal vez la principal razón es que no le agradó que se haya tomado una decisión preliminar de compra sin su consentimiento.
Podríamos extendernos a más tipos de clientes compradores y vendedores, pero con los aquí mencionados se resume de manera clara la diversidad de personalidades que se atienden en esta industria, de quienes se aprende muchísimo.
En nuestro caso, siempre intentamos que nuestros clientes salgan felices de cada operación que cerramos, ya que son lo más importante que tenemos en la inmobiliaria, y por eso los atendemos y cuidamos con gran esmero y estamos felices de que confíen en nosotros.
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